ERROS HUMANOS EM CRESCENDO.
Colisões, navios encalhados ou choques frontais entre navios, tanto de mercadorias como de passageiros, foram as principais causas dos 106 acidentes ocorridos em 2012 nas águas do mundo inteiro, mais 15 que em 2011.
NOTÍCIA EM ESPANHOL
Ha pasado un año desde el naufragio del crucero Costa Concordia, que
supuso la mayor pérdida marítima de 2012. El buque, encallado todavía
frente a la isla mediterránea de Giglio, en la Toscana italiana, yace a
la espera de que un equipo de expertos inicie, el próximo otoño, la
compleja operación para desencallar el buque. El desastre se convirtió
además, en un punto de inflexión en la historia de la industria
marítima, que ha continuado tambaleándose a lo largo de todo este
ejercicio. Colisiones, buques encallados o choques frontales entre
embarcaciones, tanto de mercancías como de pasajeros, han sido las
principales causas de los 106 accidentes marítimos ocurridos durante
2012 en las aguas de todo el mundo, 15 más que en 2011.
Todos estos incidentes han generado dudas en torno al mercado
asegurador, pues según datos de la IUMI (International Union of Maritime
Insurance), las pérdidas generadas por el Costa Concordia doblaron el
valor del seguro contratado por la compañía Costa Cruceros para este
buque. En este sentido, la cuestión se centra ahora en conocer cuál ha
sido el efecto real sobre las primas de los seguros marítimos. ¿Han
incrementado las aseguradoras el valor de sus contratos con las
navieras? ¿Han incluido nuevas cláusulas legales para cubrirse ante un
desastre de tal magnitud económica? Aunque la lógica apunte a todo ello,
parece que nos encontramos ante varios factores que pueden hacer que no
se cumpla y “no se endurezcan, por tanto, las condiciones de mercado”,
afirman desde la compañía de seguros Swiss.
Por una parte, “porque el mercado asegurador está muy blando y no se
puede permitir ajustes de primas al alza significativos” y por la otra,
“porque la inclusión de nuevas cláusulas requiere de un consenso
internacional que tarda mucho tiempo en decidirse”, apunta Mario Chivite
desde la correduría de Seguros Del Moral & Chivite Asociados. Sin
embargo, y teniendo en cuenta que el factor humano continúa siendo, en
un 75% y un 96%, la principal causa de accidente marítimo, hecho
reconocido por la industria y la Organización Marítima Internacional
(OMI) y otros organismos internacionales, los seguros de responsabilidad
civil sí podrían experimentar un incremento en el precio. Y para
evitarlo, tal y como apuntan diversos expertos del sector, la formación
juega un papel importante. De hecho, la formación inadecuada, junto con
la fatiga y las presiones económicas, continúa siendo una de las grandes
preocupaciones del sector.
Sven Gerhard, experto de Allianz Global Corporate & Specialty
(AGCS), explica que “algunos armadores de buques comerciales, como
graneleros o cargueros, consideran que tienen poco dinero para invertir
en el mantenimiento de los buques y en la formación de la tripulación.
No obstante, desde Allianz también afirman que los armadores están
tomando medidas para mejorar la formación, utilizando la tecnología más
avanzada y por el control de sistemas como contrapesos en el puente.
“Pero existe esta paradoja: cuanto más avanza la tecnología, más
necesaria es la formación”, matizan. Este avance tecnológico se produce,
sobre todo, en los buques de mercancías, pues tal y como apunta
Chivite, “la evolución a la baja del número de tripulantes produce que
se automaticen los sistemas”. Parece entonces más necesaria la
formación, teniendo en cuenta que la carga protagoniza la mayoría de los
siniestros.
Asimismo, parece que el nuevo reglamento se centra en el problema de
error humano. El Convenio laboral marítimo (2006), que entrará en vigor
en 2013, ayudará a mejorar la seguridad y abordar el bienestar y las
condiciones de trabajo de la gente de mar. En cualquier caso, Mario
Chivite considera que la industria marítima ha avanzado a pasos de
gigante durante los últimos años en lo que a seguridad marítima se
refiere, con la implantación de nuevas tecnologías y materiales. “No hay
más que visitar el puente de un buque, ya sea de carga como de crucero,
para observar los impresionantes sistemas de navegación que llevan
incorporados, así como los sistemas de control de tráfico similares a
los controles aéreos”.
Sin embargo, esto no significa, según Chivite, que sigan coexistiendo
una serie de buques que por su antigüedad y abanderamiento, sean muy
deficientes. Chivite pone el ejemplo de Shanghai donde a más de 60
millas náuticas navegan buques supercontenedores, cruceros con más de
4.000 personas a bordo, cargueros de dudosa navegabilidad y hasta
barcazas de carga. Aunque “no hay muchos accidentes para la peligrosidad
que esto supone”, todo esto como “asegurador te plantea grandes dudas”,
remata Chivite.
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